Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

miércoles, 15 de abril de 2009

Si te hace falta quien te trate con amor
si no tenés a quien brindar tu corazón
si todo vuelve cuando más lo precisás
nos veremos otra vez.

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