Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

sábado, 23 de mayo de 2009

No hay dolor que duela más que el dolor del alma, no se aleja así nomás, cosas lo hacen aliviar, pero no lo calman, a quién querés engañar? y así son las cosas, así es esta vida, no me quiero conformar vos tendrás tu forma, yo tengo la mía...solo aprendo a lastimar

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