Becquer
Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?
martes, 7 de julio de 2009
Alma Vacía
La esencia de la vida se evaporo en un instante que me partió eternamente, un segundo acumulado de millones de pasados, de presentes sin futuros, sin derechos, exánimes antes de nacer, solo dos palabras bastaron para que lo incierto se llenara de vacío, de ilusiones vendidas a mañanas ya inertes, para que el alma iniciara una danza grotesca suicidando sentimientos, arrastrando sin titubear todo aquello que le daba sentido a querer sentir, ni siquiera las lagrimas asomaban por no ofender al dolor, un dolor tan denso que se incrusto en las entrañas y se fundió con el aire respirado, por respirar, que provocaba yagas en el aliento, que llenaba de heridas incluso el más nimio atisbo de una esperanza ya sentenciada, maldita, penada en la hoguera de lo olvidado, tanto tiempo ha pasado, o tan poco, no lo sé, los momentos volaron junto a las ilusiones, dejando solo minutos que van descontando días, mi prisión sigue siendo la vida, mi condena la espera, mi libertad la muerte, solo dos palabras bastaron, por dichas, por calladas, por no entendidas, hasta siempre..
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