Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

domingo, 23 de agosto de 2009

Lo prohibido.


Quien conoció lo prohibido para llamarlo prohibido, como saber el sitio exacto del limite de lo aceptado, quiero hacer aquello que no me esta permitido, rebasar la tentación para acceder al momento, para no temer al miedo, para no perder la vida, para no morir en el intento de permanecer, quiero que mi conciencia sea quien decida mi destino, ganar la posibilidad de equivocarme, de acertar, sin renunciar por cobarde, quiero ser encarcelado en la cárcel del valor, esa que cuando menos solo acepta al que se arriesga, al que decide pensar, elegir, quiero si pierdo el sentido perderlo por intentarlo, arrepentirme por lo hecho, no por lo que pude hacer, quiero ser tan libre que solo pueda prohibirme la promesa de nunca prohibirme nada, quiero ser aquel que conozca lo prohibido para llamarlo prohibido, quiero poder decidir para poder decir que no puedo, que no quiero,

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