Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

viernes, 11 de septiembre de 2009





















Si en tu vida hay amor, eso puede compensar muchas cosas de las que careces. Si no lo tienes, no importa cuanto más haya, no será suficiente..

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