Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

miércoles, 7 de octubre de 2009

Quizás debas mirar, debas juzgar, debas perdonar. Quizás, lo has hecho todo bien. Quizás, cada quien tiene lo que merece. Quizás, solo tengo lágrimas porque mis promesas murieron con el tiempo. Quizás, tu te equivocas. Quizás, te escribo porque no me encuentro o no te encuentro, o no nos encontramos. Quizás, te extraño, o me extraño, o tal vez me siento extraña sin vos. Quizás, estoy jugando con mis sentimientos, o mis sentimientos están jugando con mis palabras, o las palabras nacen de los sentimientos, o los sentimientos murieron en palabras. Quizás, me estoy equivocando, quizás no estoy pensando, o pienso demasiado, o todo esto es demasiado. Quizás, deba dedicarme a otra cosa. Quizás, deba dedicarme a mi, o a ti, o a escribir, o a callar, o a dormir. Quizás, no deba nombrarte más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario