Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

viernes, 20 de noviembre de 2009

Como si fuese tan facil suplicarle a mi cerebro
Que le ordene al
corazon que le anule cualquier recuerdo
Asi de simple y sencillo me pides
que te olvide,.

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