Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

sábado, 7 de noviembre de 2009

Recordando me di cuenta que cada recuerdo mató un trozo de mi vida, que guardé sólo aquello que me contó lo subjetivo de un sentimiento y no escuché el resto que me quiso contar lo objetivo de lo cierto, que idealicé personas ideales en idílicos momentos, y denosté equivocadamente al que acusé como equivocado, me di cuenta que la vida me mintió, que yo le mentí a la vida, que manipulé la memoria hasta engañarme a mi misma.-

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