Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

sábado, 20 de febrero de 2010

Cuando estés de cara al cielo, piensa en mí
Si precisas un consuelo, piensa en mí
Si te falta algún “te quiero”
No lo olvides por favor, piensa en mí
Piensa en mí que yo voy contigo donde quieras, hasta el fin
Piensa en mí, que yo para curarme las heridas, pienso en ti.

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