Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

domingo, 13 de junio de 2010

Me enseñaste a decir mentiras piadosas, para poder verte a horas no adecuadas, y a reemplazar palabras por miradas. Y fue por tí que escribí más de cien canciones y hasta perdoné tus equivocaciones, y conocí mas de mil formas de besar, y fue por tí que descubrí lo que es amar

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