Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

lunes, 5 de julio de 2010

Cerré los ojos para no verte partir, por dentro sentía como tus pasos se alejaban de mi. Corrí rápido a donde nadie me pudiera ver, no podía dejar que unas lágrimas hicieran notar que todo mi orgullo se había ido con vos, junto a mis besos y mis abrazos. Si pudiera pedir un deseo, no pediría que vuelvas, sino que nunca hubieras aparecido en mi vida. Todo el tiempo que sufrí por vos no me lo devolverá nadie, y lo que más me duele es que arrancaste de mi las ganas de buscarte.