Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

miércoles, 7 de julio de 2010


Me siento cerca de lo que llaman
Magia, felicidad y cordura
Conquistando miedos sin armadura,
Viviendo todo con soltura
Y meditando donde fuego y hielo estalla