Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Usted hace de un pecado
un milagro cualquiera
mete el mundo aquí adentro
lo que estorbaba afuera
usted aunque ausente
usted siempre se queda.

Usted tiene otra historia
usted porta una guerra
me escogió de venganza
y celebro su idea.

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