Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

domingo, 10 de octubre de 2010

Cuando un amor termina se nos cae el mundo encima; nos parece la tragedia más amarga de la vida y cuando el tiempo pasa se renueva la esperanza; la ilusión regresa al alma como un nuevo amanecer y nos enamoramos otra vez La vida nos enseña a golpe vivo que en un momento triste hay que crecerse, separar las piedras del camino y comenzar de cero nuevamente.

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