Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

jueves, 16 de diciembre de 2010

No quiero contar mentiras que suenen a realidad.
No quiero fingir sonrisas que parezcan de verdad.
No quiero ojos alegres cuando hay ganas de llorar.
No quiero apartar la vista y fingir que tú no estás.

Cansada de morderme la lengua cuando lo que quiero es gritar.
Es difícil tragarse palabras que te mueres por soltar.
Es difícil caminar si no sabes hacia qué lugar.
Cansada de buscar destinos a los que no quiero llegar.

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