Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

viernes, 27 de marzo de 2009




Ahora pareces tan frágil, que no me atrevo a tocarte. Pero trato de tocarte el corazón con mis palabras y tampoco lo puedo lograr. Quizá mi tono no es el adecuado, no puedo encontrarte entre esta maleza, te has bloqueado demasiado que tu noción de tiempo-espacio esta en un universo paralelo al mio. ¡Te estoy gritando esto! Si tan sólo pudieras escucharme, si tan sólo pudieras ver a través de estos ojos. Esta mirada jamás te mentiría.

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