El Sueño levemente empieza a sentirse en mí
Poco a poco me envuelve, me abraza amablemente
Trato de resistirme, pero las fuerzas se van desvaneciendo
Mi mirada comienza a nublarse, los párpados empiezan a pesar
Los dedos se entumecen y me demoro cada vez más al escribir
La ideas se escapan, revolotean como aves en el vasto cielo
Mi cuerpo cansado ya, se resigna a la voluntad del descanso
Miro a la ventana y veo la bella noche, mi verdadero hogar
La lampara y su luz artificial tratan de engañarme para mantenerme despierto
Pero no pueden, el mundo de la hermosa oscuridad me llama
Me pide que lo acompañe, que me pierda en su nada, y abandone el todo
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