Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

lunes, 27 de abril de 2009

No pude hacer un pacto con el tiempo... y vi como las agujas del reloj, lentamente amenazaban un ocaso.
Me pregunté mas de una vez si yo podría haberlo evitado; y no encontré el motivo ni el momento en que todo se perdió.
Tampoco recuerdo su última mirada... esa en la que solía perderme entera.
Hubiese eternizado su último aliento, la última huella de su risa... si hubiese sentido que jamás regresaría...

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