Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

jueves, 6 de mayo de 2010

No estoy acostumbrada. Aún digo nosotros, cuando estoy pesando en vos. Cuando terminó el verano, todo parecía bien. Ahora pienso en todo eso que hablamos sin saber. Que pronto te marcharías sin ninguna explicación. Quizás te parezca fácil, que soporte este dolor. Olvidaste algunas cosas en tu rápido partir y ahora son como tesoros que conservó para mi. Nunca me dijiste nada acerca de tu pasión: Seducir hasta ganar y después... decir adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario