Becquer
Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?
lunes, 21 de junio de 2010
A veces y de una forma muy disimulada te quize decir quedate conmigo, tan solo con apretar tu mano. Otras veces te quize decir no me mires más que sino me rio, con la boca seria a punto de sonreir. Muchas veces quize decir nada y otra veces todo. Y si a veces no digo nada y te dejo a vos hablar, es porque quiero que tampoco digas nada y me des un abrazo, de esos que rara vez me regalas. Y si es necesario que te diga las cosas a los gritos, es para que me calles con un beso, de esos que no puedo respirar más.