Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Guardaré en mi corazón aquellos recuerdos que no podré revivir, aquellos que pasaron una vez y me hicieron feliz. Guardaré en mi corazón sus palabras, sus silencios, sus lágrimas y sus risas, todo aquello que no quiero olvidar de él.

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