Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

viernes, 3 de diciembre de 2010

¿Por qué no puedo dejar de pensar en vos?
Aunque yo se que en tu corazón no estoy
¿Por qué no puedo dejar de mirarte?
Aunque yo se que en tus ojos nunca estaré
¿Por qué siempre estas en mis sueños?
Aunque yo nunca voy a estar en los tuyos

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