Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

miércoles, 19 de enero de 2011

En la vida hay un instante
en que se sabe perfectamente 
que ha llegado el momento de saltar.
Ahora o nunca.
Ahora, o nada será como antes.
Y el momento es este.

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