Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

lunes, 24 de enero de 2011

¿Sabes?, vida mía,
que cuando cae el sol, y se apaga el día
la luna brilla pura y limpia.
Pues tu la iluminas con tu amor
con tu belleza y con tu olor
con tu cariño, tu alegría y con tu voz. 

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