Becquer

Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

lunes, 10 de enero de 2011

Sonríe, aún si la lluvia moja tu rostro inerte, aún si el cielo nublado no te deja ver el sol, si triste está tu corazón desea llorar por dentro, jamás pierdas el aliento que sonreír es mejor...

1 comentario:

  1. exacto, somos más valientes los que sonreímos siempre pesar de que todo esté mal.
    saludos ♥

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